No voy a descubrir yo nada nuevo sobre esta película,
o eso creo, con lo que vayáis a leer en esta entrada, artículo, o como lo
queráis llamar, pero lo cierto es que me apetece aportar mi punto de vista
sobre una producción que a pocos deja indiferentes.
James Cameron retomó para esta película el tratamiento
de un guión en el que empezó a trabajar una década antes de ponerse
definitivamente a dar forma a AVATAR, lo cual hizo en cuanto consideró que la tecnología cinematográfica estaba a la altura de sus expectativas para esta historia. El "humus" del que se alimentó la mente de
Cameron para dar forma a AVATAR, como él mismo ha reconocido ampliamente, es el
de las novelas de ciencia ficción de la edad dorada de este tipo de literatura,
que surgieron allá por mediados del siglo XX (Asimov, Heinlein, Anderson,
Clarke, etc...), así como las aventuras de John Carter, de Edgar Rice Burroughs. Nuestro Jim era un adolescente bastante freak, consumidor de
todo este tipo de novelas.
Después
de unos inicios cinematográficos un tanto tambaleantes, James Cameron llamó la
atención de propios y extraños a raíz del clásico ochentero de ciencia ficción,
TERMINATOR, película que con un modesto presupuesto planteó un thriller de ci-fi
que sigue viéndose con interés hoy en día.
Y claro, este éxito, consolidado con su más que digna participación en la saga ALIEN, le dio vía libre para
seguir imaginando escenarios fílmicos en los que poder plasmar algún día todas esas
visiones que poblaban su mente desde su adolescencia.
El amor a este género,
unas necesidades espirituales genuinas nacidas de la voluntad de querer rendir tributo a la ciencia ficción a través de su visión y capacidades cinematográficas, son
la materia prima con la que James Cameron ha construido AVATAR. Y mi intención
con este artículo es desmontar de una sola vez, y para siempre, la muy
abundante amalgama de imbecilidades opinadas sobre AVATAR a lo largo de estos
años.
Siendo la película que más recaudación ha generado jamás, quizá son lógicas todas las
controversias que lleva consigo, y evidentemente, hay mucho tipo de público
para el que un tipo de historia como la contada en AVATAR siempre será
innecesaria y aburrida. Parafraseando una de las frases más célebres de J.R.R.
Tolkien, a mi eso me parece estupendo, porque seguramente yo opine lo mismo del
tipo de cine que gusta a las personas que ven AVATAR con actitud
desapasionada.
Voy a vertebrar el resto de este artículo en torno a las controversias generadas
por la película de James Cameron. Son por muchos conocidas, ya que en la misma
Wikipedia de la película hablan de ellas.
La más sorprendente quizá la de los comunistas de San Petersburgo, presentando
ante la fiscalía rusa una demanda para la detención del cineasta canadiense por
copiar las ideas de la ciencia ficción soviética para dar vida a su luna de
PANDORA. Y así llegamos a uno de los ataques más repetitivos y cansinos que se
le ha hecho a la película. La falta de originalidad, copia de ideas,
pastiche de otras cintas, en suma, PLAGIO.
Son tantas las sandeces que se han dicho y
escrito en base a todo esto que sólo por eso uno no puede dejar de sospechar
que hay intereses ocultos en promover la falta de originalidad y de genialidad
de AVATAR. Y, efectivamente, parece que los hay. Y lo más sorprendente es que
los hay desde posiciones tan equidistantes como ésta que comento arriba de los
comunistas soviéticos y la de la Iglesia, que no dudó en calificar a AVATAR
como película para nada recomendable. Este es un tema que por si mismo daría para
un artículo muy extenso, y se resume en el MIEDO que siente la Iglesia, ante su
caduca inoperancia en responder a las nuevas necesidades espirituales del
mundo, a que otros medios la sustituyan como fuente de moral y costumbres.
Pues bien, esto es justo lo que está pasando. Y lo malo no es que la Iglesia
deje poco a poco de ser fuente de moral. Lo malo es que mucha gente se encuentra perdida sin encontrar nada que sustituya esos valores morales, y cuando hay algo que los contiene, lo atacan, como los prisioneros que tienen miedo a la luz.
Es una ley de la naturaleza que la religión sea una etapa muy importante en la evolución de toda civilización. Pero llega un momento en el que el ser humano madura y se suelta de la mano de la religión para explorar el mundo sin tanto miedo. En este proceso hay una sustitución paulatina de la religión por otros medios espirituales que sean capaces de llenar los huecos que la religión ya no llena.
Es una ley de la naturaleza que la religión sea una etapa muy importante en la evolución de toda civilización. Pero llega un momento en el que el ser humano madura y se suelta de la mano de la religión para explorar el mundo sin tanto miedo. En este proceso hay una sustitución paulatina de la religión por otros medios espirituales que sean capaces de llenar los huecos que la religión ya no llena.
A raíz de todo
esto se ha dicho de Avatar que está llena de simbolismos ocultos. Básicamente
esto es una tontería bastante grande. Simbolismos… puede ser, claro, pero…
¿Ocultos? esto ya suena a "conspiración judeo-masónica".
No. El atractivo
que pueda tener AVATAR, el sosiego para el espíritu de los que somos capaces de
ver y recibir el mensaje de esta historia, no tiene nada de oscuro, oculto ni
extraordinario. Se trata sencillamente de un bello y magistralmente producido
film de ciencia ficción y Space Opera. Todos los
descalificativos o simbolismos ocultos que por tanto se le quieran asociar a
esta película ya existen de forma más o menos explícita en todo este tipo de
cine y literatura de ciencia ficción y fantasía. El Viaje del Héroe, el simbolismo
cristiano... ese tipo de cosas no las inventa AVATAR y no son una novedad. En
el mismo cristianismo, los simbolismos vienen de más atrás en el tiempo, de los
mitos egipcios y babilónicos. Así funciona el arte de contar historias. Y
AVATAR no es más que una nueva historia. Lo que pone a esta película en la picota es
EL MODO en que se cuenta, haciendo uso de la vanguardia de la tecnología de
nuestros días para contar historias. Es como si nos contara el mito del diluvio
el cuenta-cuentos más sobresaliente de la antigüedad. Y las historias tienen
que ser, antes que nada, entretenidas.
En cuanto al mito del plagio en AVATAR, se ha dicho de todo. Cuanto mayor es el grado de
necedad del opinante, mayor es la osadía para decir la más desmesurada
gilipoyez.
Por tanto no voy a
perder mi tiempo rebatiendo todos esos mal informados comentarios, sino que expresaré
aquí mi propio punto de vista sobre este asunto:
Se ha dicho que
AVATAR era un plagio de BAILANDO CON LOBOS (DANCES WITH WOLVES). El sólido
argumento utilizado para ello es que ambas historias se parecen. Por supuesto. Entonces el ARTE en general, no es concebible. Nada existe que sea original,
porque todo es plagio. Star Wars es un plagio de películas de Kurosawa, por
ejemplo, para empezar y no parar con las neurosis de este tipo. Y el mismo tipo
de neuróticamente malintencionadas conexiones podría hacerse en casi cualquier
ámbito del Arte, y sobre cualquier obra. Bailando con lobos, para empezar, no
es una película original, como sí lo es AVATAR en cuanto a su guión. Bailando
con lobos es un guión adaptado de la novela de Michael Blake, quien a su vez se
inspiró en otra serie de escritos, vivencias biográficas o datos de diversa
índole que, moldeados por su imaginación, dieron en recrear lo que fue un libro
que inspiró una película maravillosa que tiene parecidos razonables con otra
película aún más maravillosa. Señores, dejen de hacer aspavientos (no creo que
los estén haciendo si ustedes no son tontos, pero no estoy seguro de que no lo
sean), El Arte funciona así, es un ciclo continuo de recreación de lo que ya
existe, añadiéndose en cada vuelta sutiles elementos que van cincelando nuevos
puntos de vista de modelos universales y atemporales. Es una forma de funcionar
no muy diferente a la del método científico. Y con la ciencia hemos topado,
tan maltratada e injustamente vilipendiada en el acervo cultural de los medios
informativos del mundo occidental, desde las historietas de dibujos animados
que siempre tienden a tratar al científico como un chiflado malvado de bata
blanca.
Huelga señalar que James Cameron es una persona con muy marcados intereses científicos. Podríamos decir de él que es un librepensador, la versión moderna de un humanista. Y ha tenido la oportunidad de hacer llegar su visión a otra gente a través del cine. El carácter épico que tanto gusta en el mundo anglosajón, pero que tanto suele resbalar a la pedestre sociedad latina (con todas las excepciones del mundo, pues ahora estoy generalizando), ha llevado al cine norteamericano a plasmar en la pantalla un tipo de historias, respaldadas además por la fortaleza de su economía, que no escatima en medios de producción, que son el equivalente de nuestros días al de los mejores contadores de historias y de los mejores frescos, pinturas, tallas, relieves y estatuas de la antigüedad. Este es el tipo de cine que a mí me gusta. Y a la gente a la que nos gusta ese tipo de cine nos ha encantado AVATAR. Eso no evita que yo pueda disfrutar de historias más sencillas y locales, más recogidas e introspectivas, menos épicas, ese tipo de cine que tanto gusta aquí. Sin embargo, no suele ser común lo opuesto. Es decir, es bastante difícil que el típico crítico de cine de medios informativos tales como EL PAIS, EL MUNDO, ABC, FOTOGRAMAS, etc, etc, sea capaz de ver con un mínimo de objetividad el valor de producciones descomunales que atentan directamente contra el corazón de la concepción de lo que es el cine para ese tipo de críticos. Eso invalida, a mi juicio, el valor de cualquier tipo de opinión que semejantes autoproclamados críticos puedan verter sobre películas que a mí si me gustan.
Huelga señalar que James Cameron es una persona con muy marcados intereses científicos. Podríamos decir de él que es un librepensador, la versión moderna de un humanista. Y ha tenido la oportunidad de hacer llegar su visión a otra gente a través del cine. El carácter épico que tanto gusta en el mundo anglosajón, pero que tanto suele resbalar a la pedestre sociedad latina (con todas las excepciones del mundo, pues ahora estoy generalizando), ha llevado al cine norteamericano a plasmar en la pantalla un tipo de historias, respaldadas además por la fortaleza de su economía, que no escatima en medios de producción, que son el equivalente de nuestros días al de los mejores contadores de historias y de los mejores frescos, pinturas, tallas, relieves y estatuas de la antigüedad. Este es el tipo de cine que a mí me gusta. Y a la gente a la que nos gusta ese tipo de cine nos ha encantado AVATAR. Eso no evita que yo pueda disfrutar de historias más sencillas y locales, más recogidas e introspectivas, menos épicas, ese tipo de cine que tanto gusta aquí. Sin embargo, no suele ser común lo opuesto. Es decir, es bastante difícil que el típico crítico de cine de medios informativos tales como EL PAIS, EL MUNDO, ABC, FOTOGRAMAS, etc, etc, sea capaz de ver con un mínimo de objetividad el valor de producciones descomunales que atentan directamente contra el corazón de la concepción de lo que es el cine para ese tipo de críticos. Eso invalida, a mi juicio, el valor de cualquier tipo de opinión que semejantes autoproclamados críticos puedan verter sobre películas que a mí si me gustan.
En fin, lo dicho para Bailando con Lobos vale, exactamente igual por supuesto,
para POCAHONTAS, y cualquier otra obra con la que se haya querido menoscabar, en base a ridículas acusaciones de plagio, el
valor como película de AVATAR, con UNA POSIBLE EXCEPCIÓN: el cuento de ciencia
ficción CALL ME JOE, de Paul Anderson. Les dejo a ustedes investigar en
internet acerca de este cuento, pero lo cierto es que aquí las similitudes sí son dignas de tener en cuenta e incitan a pensar en el cuento de Poul Anderson como fuente directa de la que ha podido beber
Cameron para idear su AVATAR. Nada ilegítimo, por otra parte, ya que lo que he
dicho arriba sobre cómo funciona el Arte también vale para esto. Aunque aquí
las similitudes son tan obvias que quizá no habría estado de más el
reconocimiento a dicho cuento en los créditos de la película, como no otra cosa
que una de las fuentes principales en las que se basa la historia de Cameron. En cualquier caso no estoy seguro de que haya sido inspirado conscientemente. Y nadie le obliga a citar las fuentes de su inspiración, si no quiere. Repito: si en el camino se termina por hacer algo bello y genuino, es así como funciona el Arte. Y sí, AVATAR es a todas luces algo bello y genuino.
Concluyendo con el ridículo tema de la (mal) supuesta falta de originalidad de esta película, ¿En qué se parecen Bailando con lobos y Call me Joe? Porque si Avatar se parece a Bailando con lobos, Call me Joe tiene que parecerse también... Y si no se parecen... entonces... ¿POR QUÉ? Quizá AVATAR tenga elementos intrínsecos y genuinos que NADA tienen que ver con Bailando con lobos. Principalmente, porque AVATAR es una historia de ciencia ficción, y la otra no. Ni Pocahontas. Ni Perico de los palotes IV... Creo que no hace falta añadir una coma más sobre este tema. En cualquier caso, hasta hoy se cifran en ninguna las ocasiones en las que he
leído una sola crítica que explique la hipotética falta de originalidad de
Avatar con el cuento de Anderson.
Quiero ir terminando ya este artículo dejando claro que AVATAR es una de las
mejores películas de la Historia del Cine (y no he dicho "de ciencia
ficción"). Estoy seguro de que supondrá a los 3D lo que GONE WITH THE WIND
(LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ), significó en su día al color. Desde una
perspectiva técnica. Pero muy lejos de circunscribir los méritos de la película
a los aspectos meramente técnicos, por los cuales fue oscarizada, AVATAR me
parece una película redonda como historia, magistralmente contada y llevada a
cabo; lo que uno viene a llamar un PELICULÓN.
Todos los apartados de la película armonizan entre sí como si todo fuera una ópera en la que cada parte funciona a la perfección. Aunque yo destacaría especialmente uno de los mejores trabajos del compositor de la banda sonora, James Horner, y otro de los apartados donde más
brilla AVATAR, el de la fotografía, unida aquí al diseño de producción de un nuevo mundo. Un mundo nuevo presentado ante los ojos de un espectador
maravillado. El mundo ficticio más sólido jamás creado por el cine. No sólo visualmente,
sino también argumentalmente, a través de un concienzudo y
sorprendentemente detallado estudio científico de la física
del entorno de Pandora, plasmada en multitud de detalles a lo largo de la
película que escaparán en un primer visionado al espectador medio. Este es el
tipo de detalles que el fanfarrón vocinglero ignora por completo.
Pero más allá de los datos científicos, como
historia capaz de llegar al espíritu, AVATAR vuelve a sobresalir. La necedad
del que se encierra en si mismo, dentro de sus propios argumentos negativos,
por un lado, y la oferta demasiado amplia de todo tipo de productos audiovisuales
desde muy temprana edad por otro, están convirtiéndonos en una sociedad triste y predecible, sobre-informada y
sobre-excitada mediáticamente, que está perdiendo la capacidad para saber sorprenderse cuando merece la pena
sorprenderse por algo. Así, llegamos a confundir lo que realmente vale con lo
que no. Y Avatar es el tipo de película que llega incluso a enfadar e
intranquilizar a muchos espectadores que intuyen que deberían emocionarse al
verla, pero son incapaces de hacerlo. Se trata de la pérdida de ilusión, de una
enfermedad de la mente moderna que me parece realmente terrible, sobre todo en
los niños, y digna de tratar algún día en una entrada aparte de este blog. Sólo
diré que, afortunadamente, yo no sufro esa enfermedad. AVATAR está llena de detalles que te dejan adivinar una
historia compleja y maravillosa detrás de cada escena. Un algo que palpita en
todo el escenario del mundo de Pandora.
Apenas brilló en los premios oscar, porque es una película incómoda y políticamente incorrecta para la típica mentalidad conservadora norteamericana. Sólo se le concedió alguno de los más técnicos. Lo cito como anécdota, ya que yo, personalmente, le concedo poco valor a las estatuillas doradas, por las que tanta gente pierde el culo cuando las gana, incluído el propio Cameron.
Apenas brilló en los premios oscar, porque es una película incómoda y políticamente incorrecta para la típica mentalidad conservadora norteamericana. Sólo se le concedió alguno de los más técnicos. Lo cito como anécdota, ya que yo, personalmente, le concedo poco valor a las estatuillas doradas, por las que tanta gente pierde el culo cuando las gana, incluído el propio Cameron.
En cuanto a los avances técnicos que ha supuesto AVATAR, la gente suele quedarse sólo en la orilla, es decir, con lo relativo al 3D. Pero es mucho, muchísimo más lo que ha traído esta película. Como técnico superior en realización audiovisual (Aunque yo veo mi camino forjado más en la música y en la escritura), recomiendo encarecidamente ver los documentales y cortos de rodaje de AVATAR. Para cualquier realizador-montador, el corto de producción sobre la edición en AVATAR ofrece una perspectiva de la profesión de montador de cine absolutamente nueva y revolucionaria, que puede ser el estándar el día de mañana.
Fusionar esta forma de editar con la técnica de captura de movimiento y expresión de los actores ideada para esta película, ha ofrecido a Cameron, tras no pocos esfuerzos personales y colectivos, posibilidades únicas para el uso de las interpretaciones de los actores de personajes pregenerados por ordenador (en base a modelos pictóricos y escultóricos) en entornos audiovisuales únicos. AVATAR es moldear la realidad para que se acomode a la historia que estás contando. Es una nueva forma de hacer cine que lleva al máximo las herramientas creativas de nuestro tiempo. Y, teniendo en cuenta que durante la producción todos los profesionales implicados aprendieron todo prácticamente sobre la marcha, la segunda parte, con un tiempo considerable añadido para hacer mejorar los aspectos técnicos, y con una idea más clara de cómo hacer lo que quieren, puede ofrecernos un nuevo viaje a Pandora tan o más sorprendente que el de la primera película.
En cuanto a la técnica de captura de movimiento en sí, los actores deben a James Cameron la continuidad de su profesión dentro de las nuevas tecnologías informáticas llevadas a la gran pantalla. En un mundo donde los actores venían siendo cada vez más (sobre todo en las producciones fantásticas y de ficción), sustituidos por animaciones, limitándose a interpretar sólo con la voz, la captura de movimiento ha conseguido que su actuación corporal y gestual, su expresión real, siga siendo muy importante en todo este tipo de cine. En cierto sentido, en sets con elementos decorativos minimalistas, donde los fondos son generados casi todos por ordenador, pero donde Cameron ha conseguido que la interpretación real del actor siga siendo trascendental, esta nueva forma de hacer cine es sorprendentemente parecida a hacer teatro. Paradójicamente, la tecnología más avanzada significa una vuelta a los orígenes.
Fusionar esta forma de editar con la técnica de captura de movimiento y expresión de los actores ideada para esta película, ha ofrecido a Cameron, tras no pocos esfuerzos personales y colectivos, posibilidades únicas para el uso de las interpretaciones de los actores de personajes pregenerados por ordenador (en base a modelos pictóricos y escultóricos) en entornos audiovisuales únicos. AVATAR es moldear la realidad para que se acomode a la historia que estás contando. Es una nueva forma de hacer cine que lleva al máximo las herramientas creativas de nuestro tiempo. Y, teniendo en cuenta que durante la producción todos los profesionales implicados aprendieron todo prácticamente sobre la marcha, la segunda parte, con un tiempo considerable añadido para hacer mejorar los aspectos técnicos, y con una idea más clara de cómo hacer lo que quieren, puede ofrecernos un nuevo viaje a Pandora tan o más sorprendente que el de la primera película.
En cuanto a la técnica de captura de movimiento en sí, los actores deben a James Cameron la continuidad de su profesión dentro de las nuevas tecnologías informáticas llevadas a la gran pantalla. En un mundo donde los actores venían siendo cada vez más (sobre todo en las producciones fantásticas y de ficción), sustituidos por animaciones, limitándose a interpretar sólo con la voz, la captura de movimiento ha conseguido que su actuación corporal y gestual, su expresión real, siga siendo muy importante en todo este tipo de cine. En cierto sentido, en sets con elementos decorativos minimalistas, donde los fondos son generados casi todos por ordenador, pero donde Cameron ha conseguido que la interpretación real del actor siga siendo trascendental, esta nueva forma de hacer cine es sorprendentemente parecida a hacer teatro. Paradójicamente, la tecnología más avanzada significa una vuelta a los orígenes.
El mensaje de fondo ECOLOGISTA, que sirve a la historia antes que ser una excusa en la que
escudarse para dar mayor importancia a Avatar, está plasmado de forma
inteligentemente contundente, sirviendo la película para denunciar conductas
absolutamente execrables que se dan actualmente en nuestra sociedad. El giro en
que se nos presenta a los invasores alienígenas como humanos está sutil y
magistralmente tratado en el guión... todo fluye de forma armoniosa en AVATAR.
Y termino con un
recuerdo a la más bella escena, para mí, de la película, ese TE VEO dicho
por la protagonista femenina (aún no soy capaz de deletrear el nombre) al cabo
Sully, cuando lo guarda en sus brazos gigantescos, esa gigante, que en
esa escena se nos antoja tan "freak", tan rara, alienígena,
sosteniendo en sus brazos al frágil cuerpo humano de su amado de otro mundo,
visto por primera vez con sus propios ojos. Ninguna otra escena de ninguna
película que yo haya visto jamás capta tan profundamente el amor entre seres
diferentes. Toda una lección para nuestros días, y para lo que nos queda por
vivir.
Lo más alucinante
de todo, como siempre, es que Avatar se ha quedado corta. La realidad será aún
mucho más apasionante de lo que la imaginación de los creadores de Pandora y los Na´vi haya
podido hacernos ver. En el plazo de tiempo desde que se estrenó el film se han descubierto planetas en el sistema estelar Alfa Centauri, donde se sitúa la acción de AVATAR. Lógicamente, no encontraremos una luna Pandora allí, pero esta historia es una evocación extraordinaria de lo que sin duda podemos acabar encontrando ahí fuera. Decenas de planetas se van descubriendo por doquier cada año, cada vez más y con mejores datos acerca de qué tipo de planetas son. Las exolunas como Pandora no parecen ser algo exclusivo de la fantasía cinematográfica. Pueden existir miles de lunas aptas para la vida, o ya con vida presente en ellas...
Mientras llegamos o no a todos esos nuevos mundos, AVATAR nos invita a soñar con ellos. Y a plantearnos cuestiones morales que no carecen de importancia.
Mientras llegamos o no a todos esos nuevos mundos, AVATAR nos invita a soñar con ellos. Y a plantearnos cuestiones morales que no carecen de importancia.
Más sobre AVATAR y sus secuelas en futuras entradas de este blog, sin duda...
¡permanezcan atentos!
Es muy posible, en
fin, que tanto AVATAR 2 como Star Wars 7 se estrenen las dos en 2016. No es,
por supuesto, el único nexo entre ambas... Aparte de la fanfarria del zorro del
siglo veinte..., que ya no sonará más para Star Wars.
¡Me encanta este artículo! Sabes que, como tú, considero Avatar como una de las mejores películas de la historia. Entre las del género, la coloca a la altura de 2001, A space odissey, y Blade Runner.
ResponderEliminarY puede que tengas razón al compararla con Gone with the wind.
En cuanto a la película, me encanta la escena donde la entidad inteligente de Pandora, Eywa, comprende que si no se implica está perdida, dada la prepotencia y poderío de los terrestres; y demuestra que, cuando no queda otro remedio, nadie puede quedarse de brazos cruzados, ni siquiera los más pacifistas.
Es cierto todo lo que comentas Baldo. Y un placer poder hablar de estas cosas con alguien que ha entendido la película! :)))
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